GRACIAS SEÑOR POR GUIARME


 Señor, que hermoso es estar en tu presencia, gracias mi Dios por permitirme hablarte directamente. Sé que mes escuchas y que me amas. Yo también te amo Señor. Te pido que me guíes en todo momento a hacer lo correcto, que me separes del camino malo. Dame fuerzas para soportar la prueba y salir triunfante tomado siempre de tu mano santa y poderosa. Ayúdame Señor a apartar un tiempo cada día para estar contigo, aprender de tu Palabra. Cuando caiga, te ruego que me recuerdes que siempre estás con tu mano extendida, para que yo me tome inmediatamente de ella, y así, me pueda levantar para seguir adelante.

Mi Señor, te entrego mis dolores, sufrimientos y angustias. Lléname de ti Señor, hasta que tu amor rebalse en mí, y pueda ser de bendición para otros. Guárdame de hacer el mal, que cuando me miren a mí, te vean a Ti Señor. Y a ti sea por siempre, toda la gloria y la honra. En el nombre de Jesús, Amén.

AMAR Y NO JUZGAR


 Dios mío, purifícame, limpia mi alma. Que aprenda a mirarte a ti en los demás. Que pueda yo amar a mi prójimo, así como mi propia alma anhela que los demás me amen; porque me gusta cuando me aceptan tal como soy, me agrada cuando cometo un error y me perdonan, me alegra ver que otro me tiene paciencia. Pero son tantas las ocasiones en que no ofrezco hacia otros esa misma aceptación, ni perdono con facilidad, ni soy lo suficientemente paciente… Al aplicar mi propio juicio dejo entrar en mí, enojo e indiferencia, y pierdo tu bendición. Líbrame del egoísmo, líbrame de la envidia.

Tú enseñas en tu Palabra que primero es el amor, que es lo más importante. De nada vale todo el bien que yo pretenda hacer, si no hay amor en lo que hago.

Ayúdame a amar como Tú amas Señor. Aprenda yo a dejar en ti todo juicio mi Dios, y amar con un “sincero” amor a mi prójimo; te lo ruego Señor, en el nombre de Jesús, ¡amén!

ORACION DE AGRADECIMIENTO

 

Padre Santo, te doy gracias. Gracias por la vida que me has otorgado, por poder contar con un techo que me proteja del mal tiempo, por el alimento de cada día. Gracias por la familia que me has dado, por el trabajo que hoy tengo. Señor, te agradezco por escuchar mis oraciones, y también por cada respuesta a las muchas peticiones que te hago. Gracias por tu amor, por tu fidelidad, por tu compañía, por estar a mi lado en los momentos más difíciles. Gracias Señor por cuidarme tantas veces DE NO CAER COMO ASÍ TAMBIÉN POR HABERME LEVANTADO.

Gracias por tu abrazo, por secar mis lágrimas, por alegrar mi vida, por darme esperanzas. POR TODO ESO: GRACIAS SEÑOR. En el nombre de Jesús, Amén!